"La narrativa fue el punto de partida para plasmar, desde una selección de la poesía y prosa de Alejandra Pizarnik, una obra dramática que, en consonancia con una estética expresionista, intenta construir en escena una metáfora del desamparo existencial de una mujer en conflicto con un medio desguarnercido y con sus propios fantasmas. El espectáculo recurre al cruce entre textos de muy diferentes procedencias, en un esfuerzo, doloroso y esperanzado a la vez, para elaborar una identidad personal, siempre incierta y problemática”.
Estela Castronuovo
(Investigadora Teatral)